El
pasado 8 de noviembre se llevo a cabo una marcha repudiando al
Gobierno Nacional, encabezado por Cristina Fernandez de Kirchner. En
la misma, se hizo presente aproximadamente 300.000 personas en todo
el país con consignas muy variadas, tal como sucedió en la marcha
anterior del 13 de setiembre.
El
dato a resaltar es que muchas de ellas carecen de fundamento o tienen
argumentos demasiado débiles. El ejemplo más claro es el de un
cartel que expresa “democracia o diktadura. Para empezar, si
realmente hubiese una dictadura no se habrian podido congregar, o se
los hubiese reprimido y encarsalado, o pero aún los habrían
transformado en desaparecidos; tal como paso durante “el proceso”.
Hablar tan a la ligera de dictadura en este país o en América
Latina es un insulto a todas aquellas victimas de éstas.
Otro
de los afiches rezaba “prensa libre”, como si en Argentina
hubiese un interventor del estado en cada medio del país para evitar
que se hable en contra del Gobierno, cuando todos hemos visto miles
de titulares en los diarios y en televisión que agreden, muchas
veces tergiversando la informasión, a un gobierno democráticamente
elegido.
Se
observo también un cartel que decía “no a la reforma de la
constitución”, cuando es necesario modernizarla y dejar sentados
varios derechos que fueron cercenados con distintas reformas.
Concretamente se tendría que volver a la constitución que fue icono de legislación en Latinoamérica, es decir, retomar la del '49 y
llevarla al siglo XXI.
Por
último, para no hacer tan largo el análisis quiero centrarme en una
pancarta muy particular, “que se les pague dignamente a los
jubilados”. Todos sabemos que nuestros jubilados reciben dos
aumentos por año, sin mencionar que en 2003 los jubilados de la
minima cobraban $150, mientras que ahora perciben $1687. Además el
Estado recupero los fondes previsionales para que el dinero de
nuestros abuelos este acá y no dando vuletas vaya a saber uno en que
país.
Argentinos
abramos los ojos, que como esto hay muchas otras cosas que se ocultan
o tergiversan. El país ha crecido enormemente, tanto económica como
socialmente, se han ampliado derechos y se ha fomentedo la inclusión.
Todavía resta mucho por hacer, pero el camino ya esta trazado, sólo
hay que seguirlo.
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