El pasado 29 de diciembre el almirante Mahmud Musavi dijo que un avión de vigilancia, detectó, filmó y fotografió a un portaaviones estadounidense que al parecer estaría aguardando ordenes de la Casa Blanca. Esta repentina aparición naval en las cercanías de las costas iraníes se debe a las declaraciones del vicepresidente del país persa, Muamad Reza Rahimi de bloquear el estrecho de Ormuz de 50 km de ancho y un profundidad de 200 m como máximo. Por esta pequeña porción del oceano Índico circula entre el 33 y el 40% de toda la producción de petróleo mundial, ademas de 2 millones de barriles de crudo diarios hacia EE. UU.
Como ya se vio demostrado después de la guerra de Irak, donde la mayoria de las concesiones petroleras fueron asignadas a empresas norteamericanas o vinculadas a capitales yanquies, la verdadera finalidad de la diplomacia estadounidense es apoderarse del petróleo iraní, segundo productor de la OPEP, poniendo excusas, como por ejemplo la supuesta fabricación de armas nucleares producto de la constante explotación de uranio con fines energéticos (según palabras de su presidente).
Estas presiones se ven intensificadas debido al creciente conflicto que este país mantiene con Israel, por las posiciones del primero respecto a la conformación de un Estado Palestino soberano. Por lo cual el hostigamiento que padece de distitos Gobiernos y organismos internacionales son cada vez más duras, al punto de sufrir bloqueos económicos de los países centrales.
En conclusión, la aparicíon de la quinta flota norteamericana es una muestra más de que el imperialismo no se detiene pese a la crisis del sistema finaciero a escala mundial, sino que ataca aún con más fuerza, tratando de apoderarse de la mayor cantidad de recursos que les sea posible
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