El encargado de abrir el acto, luego de oír el Himno Nacional Argentino, fue Omar Viviani, quien agradeció a la pareja presidencial por haberle dado a la central obrera “la posibilidad de seguir luchando por la igualdad” y recordó que el general Perón decía que “cuando un compañero habla mal de otro es porque se está pasando de bando, y agregó que los que hacen eso “son traidores a los trabajadores, a Perón, a Eva y a la Patria”. Su discurso fue breve y cumplió con su función introductoria, para dejar paso a Hugo Moyano, quien fue el más claro y contundente.
Luego hablo Hugo Moyano, quien abrió diciendo “esto no es un coloquio de ideas, es un coloquio de lealtad” en alusión al coloquio de ideas realizado instantes previos en Mar del Plata, donde estuvieron Duhalde, De Narvaez y Scioli, entre otros. Hizo alusión al menemismo e instando a que no los engañen más, dando a deducir que “los confiables a quienes hay que depositarles el voto” es el matrimonio Kirchner, agradeciendo a ellos “por ayudar a los trabajadores a recuperar su dignidad".También dijo que son “coherentes, porque a partir del 2003, cuando se empezó a recuperar nuestro país lo primero que hizo este gobierno fue anular la vergonzosa ley banelco que humillaba a los trabajadores, y también nos dio las paritarias que nos permite anualmente recuperar los salarios. El movimiento obrero es agradecido de quienes le dan oportunidad". Aprovechando la presencia de legisladores nacionales les pidió que apoyen la ley de repartición de las ganancias, agregando que “nunca las empresas han ganado tanto dinero como en este gobierno y en el anterior". En el marco del 82% móvil dio su a poyo a la presidenta diciendo “que ningún gobierno hizo en los últimos años tanto por nuestros jubilados, pero le pedimos un esfuerzo más para que los jubilados estén mejor". Ya cerrando su discurso pidió que "nuestra fuerza tiene que dejar ser un instrumento de presión para pasar a ser un instrumento de poder", haciendo referencia a que la clase trabajadora debemos de participar en la decisión de todos los argentinos, dicho de otra forma participar activamente en política para garantizar que nuestros derechos, y el de todos los argentinos sean respetados.
Su centro discursivo giró en torno a la ley de ganancias presentada por Hector Recalde, la cual garantiza la participación activa de los trabajadores en las ganancias empresariales. Ley necesaria, si de redistribución de la renta se habla, pero le harían falta varias modificaciones para que ésta sea realmente equitativa, como por ejemplo que según la cantidad de ganancias producidas ese año sea el porcentaje de redistribución a los trabajadores. A su vez debe estar acompañada por medidas tendientes a abolir el trabajo en negro y generar mayor equidad social.
El pasado viernes 15 de octubre se reunieron más de 100.000 trabajadores de todo el país a fin de conmemorar el día de la lealtad peronista (17-10-1945). El acto estuvo organizado por la CGTRA, siendo los oradores Omar Viviani (secretario gremial de la CGT), Hugo Moyano (secretario general de la CGT) y la presidenta de la Nación Argentina, Cristina Fernandez de Kirchner. También estuvieron presentes Nestor Kirchner (ex presidente de la Nación y actual presidente del PJ nacional), Daniel Scioli (gobernador de la provincia de Buenos Aires), intendentes, senadores, diputados y los secretarios generales de los gremios a fines a la Corriente Nacional del Sindicalismo Peronista.
Finalmente, y ya para culminar el acto, la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner dirigió su palabra a los trabajadores diciendo que “este acto maravilloso y multitudinario refleja como pocas cosas la profunda transformación política social y económica que ha tenido la patria en estos años” y que “hace 10 años no se habría podido juntar esta cantidad de gente, por que el país estaba sin trabajo, sin producción, donde se había perdido la esperanza y la ilusión”. También le dio el agradecimiento “por la lealtad, por la inmensa responsabilidad que ustedes y sus dirigentes han evidenciado en estos años". Además hizo alusión al modelo neoliberal, reivindicando el papel de los gremios diciendo que “cuando los trabajadores no están, cuando las organizaciones sindicales desaparecen es por que ha caído la actividad económica de un país. Y cuando esto sucede, más tarde o más temprano la malaria le llega a todos. Esto también lo conocimos durante los años ’90 cuando algunos pensaban que podían salvarse mientras el resto del país se hundía. Afirmó también que se siente “orgullosa de formar parte de un gobierno donde hemos sabido articular los intereses”. Además respaldo la política inclusiva diciendo que recuperaron “esa figura tan maravillosa de las negociaciones de trabajo que habían desaparecido de la republica argentina. Y habían desaparecido por una razón, muy sencilla compañeros, cuando hay dos dígitos de desocupación cuando hay colas de trabajadores en los comercios en las fábricas esperando una vacante para conseguir trabajo las negociaciones desaparecen. Porque precisamente ese modelo necesita una gran cantidad de desocupados para poder seguir haciendo la flexibilización laboral y que sean los mas vulnerables los que pague los costos de la crisis”. De esta forma explícita su intención de seguir avanzando y profundizando el modelo productivo, para generar un país más inclusivo encaminándose a efectivizar aún más la integración latinoamericana.
Este acto reflejó la voluntad del movimiento obrero organizado, en un marco de total orden, de interiorizarse y participar cada vez más en los asuntos que nos atañen a todos. Porque como es lógico, cuando a los argentinos “comemos más seguido” mayor interés por la política se genera, para que la situación continúe mejorando y se perpetúe en el tiempo. Quisiera concluir parafraseando a los reformistas del ’18 al afirmar que estamos pisando la HORA DE LOS TRABAJADORES.
20/10/2010
Exequiel Arangue
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